Odontología preventiva
La odontología preventiva comprende todos los cuidados dentales que ayudan a mantener una boca sana. La combinación de buenos hábitos de higiene dental como son el correcto cepillado y el uso del hilo dental así como visitas frecuentes al odontólogo son fundamentales para mantener una buena salud oral. Estos hábitos y rutinas deben comenzar en la niñez y mantenerse a lo largo de la vida.
Promover la salud oral, prevenir, controlar y tratar las enfermedades bucales, para contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas.
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¿Cómo cuidar y proteger la boca?
Existen diferentes técnicas en la odontología preventiva que pueden ayudar a cuidar y proteger la boca de los pacientes y prevenir, por tanto, la aparición y desarrollo de patologías:
Hábitos alimentarios:
Cepíllate los dientes al menos dos veces al día (generalmente, en la mañana y en la noche) usando un cepillo de cerdas adecuadas y crema dental con fluoruro. Tu dentista puede recomendarte la mejor crema dental y cepillo de dientes. También puede enseñarte cómo cepillarte correctamente.
Usa el hilo dental a diario para quitar la comida atascada entre los dientes antes de que se convierta en sarro.
Usa un enjuague bucal para retirar las partículas de comida que queden después de haber usado el hilo dental.
Se aconseja evitar comer chicle, frutos secos, alimentos crudos, carnes o alimentos que obliguen a masticar mucho.
Dieta sana
Se recomienda que la dieta sea equilibrada y baja en alimentos con alto contenido en azúcar y/o carbohidratos. Los alimentos ácidos pueden alterar el esmalte dental. Alimentos duros pueden romper o astillar los dientes. También es importante cuidar los niveles de calcio para que los huesos no se deterioren y queden demasiado expuestos al desarrollo de enfermedades periodontales.
Reduce el consumo de alimentos como el té, café o vino tinto que pueden teñir el esmalte dental.
Evitar hábitos perjudiciales
Conviene evitar hábitos como el tabaquismo o el consumo de alcohol, ya que favorecen la sequedad y la acumulación de placa bacteriana en la boca, hecho que favorece el desarrollo y la proliferación de enfermedades bucales tan graves como el cáncer.
Protectores bucales y férulas de descarga
Usar un protector bucal puede ayudar a proteger la boca, dientes y lengua en caso de practicar deportes de contacto o deportes con un alto índice de lesiones, por ejemplo, el rugby, el baloncesto, el hockey, el voleibol, las artes marciales, el boxeo y la lucha libre. Se puede optar por protectores estándares o por aquellos personalizados que se adaptan a la forma de cada boca.
En caso de que padezcas de bruxismo el uso de la placa o férula miorrelajante reduce el desgaste de los dientes y la recesión de encías. Recuerda que siempre debes acudir a consulta para hacer un correcto diagnóstico y diseñar el tratamiento más adecuado para tu patología.
Tratamientos profesionales
Limpieza dental
Es una técnica realizada en la clínica dental, a cargo de la higienista dental, que se encarga de remover las manchas del esmalte y la placa bacteriana (conocida coloquialmente como sarro) que se aloja en los dientes.
Acudir al dentista por lo menos una vez al año y realizar una limpieza dental previene la aparición de problemas dentales.
Aplicación de sellantes
Se aplican sellantes dentales para proteger los dientes, especialmente de niños y adolescentes, contra los alimentos y bacterias que producen caries. Según datos oficiales de la Academia Americana de odontología pediátrica, su colocación ha mostrado una reducción de la incidencia de caries del 86% después de un año y del 58% después de cuatro años.
Ortodoncia
Es un tratamiento odontológico que se ocupa de corregir la posición de dientes y problemas de oclusión. Esta técnica dejó de estar dirigida únicamente a niños y adolescentes, para empezar a popularizarse entre los pacientes adultos. Los dientes apiñados, por ejemplo, pueden dificultar la limpieza íntegra de los dientes y crear las condiciones bacterianas para que aparezca una enfermedad bucal.
Visitar regularmente al dentista
Las visitas periódicas al odontólogo servirán para determinar si las rutinas de cuidado y prevención se están llevando a cabo correctamente.
Acudir al dentista por lo menos una vez al año y realizar una limpieza dental previene la aparición de problemas dentales.
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